Pocas piezas musicales tienen el poder de conmover como lo hace Adiós Nonino.
Aunque entramos en el terreno de la subjetividad me atrevo a decir, por propia experiencia, que incluso desconociendo que Nonino es el apelativo cariñoso con el cual se refería a su padre, es posible percibir que se trata de una dolorosa separación definitiva.
Aunque entramos en el terreno de la subjetividad me atrevo a decir, por propia experiencia, que incluso desconociendo que Nonino es el apelativo cariñoso con el cual se refería a su padre, es posible percibir que se trata de una dolorosa separación definitiva.
La música de Piazzola está hecha para pensar y sentir. Según mi propia e ignorante percepción Adios Nonino se inicia con alegría, a mi entender un desconcertante optimismo que hace pensar en momentos agradables. Algo inesperado en la primera audición.