Metrónomos y afinadores nos permiten educar el oído.
Entre todas, una ha demostrado un valor inesperado.
Un simple temporizador de cocina, nos permite establecer un tiempo diario de estudio.
En la imagen un Temporizador Digital LD-9930 de Sami
Cuando se cumple, una alarma nos indica el final.
Si interrumpimos momentáneamente la sesión de trabajo, basta con detenerlo y activar el tiempo parcial cuando podamos reiniciar la labor.
No es lo mismo marcarse un tiempo para estudiar diariamente, por ejemplo de 18:30 a 20:30, que detener un cronómetro de cuenta regresiva programado con una alarma cuando se cumplan 2 h reales de estudio.
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